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Habiendo quedado a solas en el mal humor, la hembra sí abrió una botella de champán, vertió el primer fougères y tomó el teléfono en la mano, encontró allí el número de sus amigas. felicitó a su dnyuhoy, dijo que no puede venir, el marido duerme la resaca, deseó buena suerte y se despidió, donde convinieron en reunirse alrededor de una hora más tarde de la noche. apagando la llamada aún bebía y empecé a sí mismo de fotografiar en varias poses, se acariciaba los pezones de junco y volvió a marcar a su amiga, sólo ya en más de un estado de embriaguez.